🧭 Introducción: Cuando Facebook quiso ser TikTok… y salió perdiendo
Si estuviste metido en el mundo del marketing de influencers allá por 2018–2019, especialmente enfocado en la Gen Z en Estados Unidos, tal vez recuerdes Lasso.
Era el intento desesperado de Facebook (sí, antes de ser Meta) por competir con TikTok.
Una app de videos cortos, efectos cool, musiquita viral…
Sobre el papel, parecía prometer.
Pero en la práctica…
Un desastre silencioso.
En julio de 2020, Facebook cerró Lasso sin hacer ruido.
Sin despedidas. Sin comunicados dramáticos.
Simplemente lo apagaron.
¿Pero por qué?
Y lo más importante:
¿Qué pueden aprender las marcas, los creadores y los anunciantes (sobre todo si trabajan con EE. UU.) de este “fail” épico?
Vamos a contarlo claro. Sin filtros. Con calle.
1. 🎯 Lasso nació del miedo, no de la innovación
Esto no fue una idea brillante. Fue un manotazo de ahogado.
TikTok estaba explotando, sobre todo entre los jóvenes, y Facebook entró en pánico:
«¡Hay que lanzar algo YA!»
Sacaron Lasso al vapor. Pero no tenía personalidad, ni propuesta de valor real.
🎙️ Punto de vista de alguien del medio:
Hoy en día, la Gen Z huele lo forzado a kilómetros. TikTok se sentía auténtico. Lasso… corporativo, frío y sin alma.
2. 🧩 Sin comunidad, no hay plataforma que aguante
Los apps sociales viven o mueren por el efecto red.
TikTok lo tenía:
gente subiendo, otros viendo, más gente enganchada, viralidad.
Lasso no logró ese círculo virtuoso.
Nadie lo usaba. Nadie hablaba de él. Nadie quería ser el primero en “postear para nadie”.
Una agencia gringa nos dijo:
“Invertimos en Lasso y fue como poner un anuncio en un pueblo fantasma.”
3. 💰 Monetización inexistente = creadores que se van
TikTok entendió algo clave desde el inicio:
Si no pagas a los creadores, se van.
Creator Fund, herramientas para colaborar con marcas, donaciones en vivo, patrocinios…
Lasso no tenía nada de eso.
Era como invitar a alguien a una fiesta donde no hay comida, ni bebida, ni música.
En EE. UU. (y cada vez más en Latinoamérica), los creadores no trabajan por likes.
Trabajan por ingresos. Y eso está bien.
4. 🧨 El nombre y el timing fueron un desastre
Lasso fue lanzado cuando TikTok ya dominaba.
Y además, ¿“Lasso”? ¿En serio?
¿Una app con nombre de cuerda de vaquero?
TikTok suena divertido, fresco, musical.
Lasso suena a aplicación del Lejano Oeste.
5. 📱 Sin apoyo al creador, no hay engagement
TikTok cuidó desde el día uno a sus creadores:
community managers, verificación, eventos, algoritmos amigables…
Lasso?
Nada.
Publicabas y nadie te veía. Ni sabías si el equipo detrás estaba vivo.
Un creador gringo nos dijo:
“Subí un video a Lasso. 5 views. 0 likes. 0 notificaciones. Desinstalé esa misma noche.”
6. 🧬 Instagram Reels terminó de enterrarlo
Apenas Lasso estaba medio vivo, Meta lanzó Instagram Reels.
Y claro, ¿para qué mantener dos productos similares?
Instagram ya tenía base de usuarios.
Reels fue más natural. Más potente. Y sí: más rentable.
En Meta vieron claro:
Reels tenía futuro. Lasso no.
Así que apagaron la luz y nadie miró atrás.
7. 🤝 ¿Publicidad en Lasso? Pérdida total
Desde el lado publicitario, Lasso tampoco servía:
- Mala segmentación
- Sin analíticas confiables
- Cero integraciones
- Sin data útil para performance
Un media planner en Nueva York nos dijo:
“Fue como tirar el presupuesto por el WC. Ni click, ni conversiones. Nada.”
🧠 Conclusión: Lasso fue un espejo para todos nosotros
No fue solo un producto fallido.
Fue una lección de humildad para las grandes plataformas, y una advertencia para todos los que trabajamos con contenidos.
¿Qué aprendemos?
- Copiar no basta: hay que conectar
- Si no tienes comunidad real, no tienes nada
- Cuida a tus creadores como si fueran socios — porque lo son
- No pongas todos tus huevos en una sola plataforma
Meta perdió esta batalla, pero no la guerra.
Y nosotros, si aprendemos de este caso, tenemos una ventaja para jugar mejor en la próxima ronda.